¿Alguna vez te imaginaste que en nuestra región San Martín se presentan embarazos en niñas menores de 12 años? ¿Y que  en el año 2011 hubieron 9 nacimientos cuyas madres fueron niñas menores de 12 años, y que 1485 hijos e hijas  nacieron de niñas y adolescentes de entre 12 y 17 años? (Fuente: MINSA: Compendio Estadístico de Hechos Vitales – Perú 2011. Cuadro No. 19).

Los embarazos infantiles forzados en niñas menores de 14 años, se producen cuando una niña queda embarazada sin haberlo buscado o deseado y se le niega, dificulta, demora u obstaculiza la interrupción del embarazo (Cladem, 2016). En la mayoría de los casos son producto de una violación sexual, y se obliga a las niñas a llevar adelante un embarazo y una maternidad para la que no están preparadas, ni física, ni psíquica, ni mentalmente; y de la falta de información o educación en sexualidad, ya que los funcionarios/as estatales no les han informado adecuadamente de sus derechos sexuales y reproductivos como el de la posibilidad del aborto terapéutico legal para preservar su salud o de decidir sobre este embarazo. 

Antes de la pandemia por el Coronavirus y el Covid 19, la Defensoría del Pueblo de San Martín, en una supervisión realizada en el año 2019, encontró que el 78% de las municipalidades no registran casos de adolescentes embarazadas o que ya son madres, el 39% de las municipalidades no realizan actividades para prevenir el embarazo en adolescentes y que en la supervisión a 16 instituciones educativas se advirtió que en 7 de ellas había una estudiante embarazada entre 15 y 17 años. En los establecimientos de salud supervisados, advirtió que el 69%  no brinda servicios en ambientes exclusivos para adolescentes, no cuentan con personal y presupuesto para  ofrecer una atención integral en salud sexual y reproductiva, el 56%  no dispone de materiales de difusión e insumos necesarios para brindar información sobre salud sexual, reproductiva y métodos anticonceptivos.

En el contexto de la epidemia por el Covid 19 y las medidas de cuarentena que terminó siendo “cientena” y aislamiento social, la Defensoría del Pueblo considera que el problema de la violación sexual contra niñas, niños y mujeres puede haber recrudecido (Defensoría del Pueblo. Informe Especial No. 021-2020). Otras organizaciones internacionales también han constatado que la violencia de género, entre ellas, la violencia sexual y las violaciones han aumentado en América Latina, lo que llevará al aumento de embarazos no deseados.

Volviendo a San Martín, ¿pensaste que el problema disminuyó o ya no existe? Seguimos teniendo niñas madres. En el 2018, ocupamos el tercer lugar con mayor número de casos registrados en el RENIEC, 176, luego de Lima y Loreto. Y si hablamos de partos atendidos en niñas menores de 14 años, en este mismo año, según datos del MINSA, se atendieron 83 partos, esto es que, cada 4 días una niña entra a la sala de partos con todos los riesgos que ello supone, ya que es conocido que una niña menor de 14 años tiene el doble de riesgos que una adolescente de 17 o más años al dar a luz. ¿Y cómo estamos en el 2019?, en San Martín se registraron 6 niñas gestantes menores de 12 años, 12094 gestantes de entre 12 y 17 años y dieron a luz 90 niñas menores de 14 años (MINSA, a través de pedido de información de CDD). Las estadísticas son frías, pero nos hablan de vidas de personas que recién se están asomando a ella y que se ven afectadas por situaciones que profundizan la pobreza y los ciclos de la violencia y que no se pueden seguir tolerando más si es que algo hemos aprendido con esta pandemia.

¿Alguna vez nos hemos preguntado cómo combatir el Embarazo infantil forzado?, ¿Cómo hacer realidad el interés superior de las niñas, niños y adolescentes, velar por sus derechos y mejorar su calidad de vida? Hay muchas cosas que podemos hacer como parte de una comunidad que respeta los derechos de las niñas, y quiere lo mejor para sus niñas y adolescentes. Entre ellas valorar a las niñas, a todas, sean mestizas, indígenas, negritas, blanquitas, bajitas, altas o gorditas sin discriminarlas; darles la oportunidad de tener una educación superior de calidad, no sólo escuela con educación sexual integral, no sólo 5 años de educación, sino más. Brindar información sobre sus derechos sexuales y reproductivos de acuerdo a su edad y acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva; promover masculinidades positivas y paternidades nuevas, revalorando los afectos, la empatía, el amor, la solidaridad, la democracia en el hogar, el buen trato, la igualdad entre niños y niñas. Prevenir y disminuir la violencia sexual y cualquier otro tipo de violencia contra las mujeres, niños y niñas y otras formas de aportar a cambiar esta situación. Es momento para tomar acciones y ver por ellas.

Es en este último campo en donde PRODEMU, con el apoyo de CLACAI y en alianza con Cladem Perú aportan ante este problema con la ejecución del proyecto Prevención del embarazo infantil forzado en niñas menores de 15 años de poblaciones indígenas en San Martín.